Ámbito de aplicación: Se aplica en el marco de ciertas profesiones u oficios (abogados, médicos, funcionarios públicos, fuerzas armadas, etc.), así como en algunas relaciones de especial sujeción (estudiantes, reclusos, etc.).

Faltas disciplinarias: Tipifica las conductas que constituyen faltas disciplinarias, es decir, incumplimientos de deberes funcionales, ético-deontológicos o normas especiales de determinada actividad.

Sanciones: Establece un catálogo de sanciones disciplinarias, que pueden ir desde amonestaciones, multas, suspensiones temporales hasta la destitución o expulsión definitiva, según la gravedad de la falta.

Finalidad preventiva y correctiva: Busca prevenir y corregir las faltas mediante la amenaza y aplicación de sanciones, preservando así la disciplina, ética y buen funcionamiento de la actividad regulada.

Procedimiento disciplinario: Regula el procedimiento a seguir para investigar, juzgar y sancionar las eventuales faltas, respetando el debido proceso y derecho a la defensa.

Autoridades disciplinarias: Son órganos especializados (consejos, tribunales disciplinarios, etc.) los encargados de instruir y decidir los procesos disciplinarios.

Relación con otras ramas: El derecho disciplinario es autónomo pero puede interrelacionarse con el derecho penal (algunos hechos pueden ser faltas y delitos) y el derecho laboral (faltas laborales).

En esencia, el derecho disciplinario regula un régimen sancionador específico y diferenciado, aplicable en ciertos ámbitos profesionales o especiales para preservar la observancia de deberes ético-funcionales esenciales.